Dulce es una adolescente de 14 años con discapacidad intelectual, que vive con su abuela (tutora legal), quien hizo las gestiones para que Dulce ingrese a la escuela, al poco tiempo de ingreso le dijeron que ella no podía continuar en la escuela porque no respondía como sus otros compañeros, haciendo que su abuela la retire y que Dulce se quede en su casa hasta ahora.

Hoy Dulce en su casa ve como su hermano y sus primos pasan clases virtuales y hacen su tarea, ella expresa su deseo de poder asistir a clases y atesora el tiempo de sus terapias de rehabilitación en el ACAI (lo único parecido a las clases que conoce), ACAI está en el proceso de orientación a la familia para defender el derecho de Dulce y ella pueda recibir educación.

Al igual que todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, Dulce tiene el derecho de asistir a la escuela, y recibir una educación de calidad que se adapte a ella.

La educación de calidad, no es un favor, ¡es un derecho!

Por la inclusión educativa de todos y todas ¡Toquemos la Campana!